Puede que te hayas encontrado con algunas deidades en tu lectura de las hojas de la palma de la mano o que simplemente te interese saber cuál es la relación entre las deidades y las lecturas de las hojas de la palma de la mano. Así pues, veamos primero qué son realmente las deidades.
La palabra deidad puede dar un poco de miedo o resultar desagradable para algunos, especialmente para los que tienen recuerdos poco agradables de una educación religiosa. Para otros, esta idea puede suponer una sensación de inspiración e incluso de asombro.
Pero, ¿qué es una deidad? ¿Qué significa esta palabra potencialmente engañosa?
Cada lectura de las hojas de la palma de la mano contiene recomendaciones específicas y personalizadas para la práctica de determinadas pujas. Estas prácticas se prescribieron específicamente para ti. El Rishi que escribió la profecía de tu hoja de palma vio tus necesidades individuales.
Las pujas son un tipo de práctica espiritual muy común en la India. Básicamente, la Puja es un tipo formalizado de oración. Su objetivo es evocar la presencia energética de una deidad concreta.
La imagen del pequeño Krishna evoca en nosotros amor, dulzura y devoción inocente
Abrirse a la energía de la deidad es la clave. Permitimos que su vibración penetre en nuestro ser a todos los niveles. Para ello, la puja es una parte importante de la práctica del yoga de la deidad.
Durante una práctica de puja perfecta de manual, el practicante siente que su mente discursiva se disuelve. En lugar de los pensamientos, dudas y sueños habituales, está la deidad. Experimentamos la presencia viva de esa manifestación particular de la consciencia.
Como imagen, una deidad es una personificación de determinadas cualidades o energías que existen en nuestro universo.
Un ejemplo podría ser Ganesha, el querido Dios con cabeza de elefante y sobrepeso que cabalga sobre un ratón. Ganesha es el eliminador de obstáculos y el guardián de la sabiduría. Básicamente, representa un entusiasmo y una confianza increíbles. Cualidades que irradian del conocimiento de la propia esencia.
La imagen en sí es poco más que una especie de objeto para mantener tu atención. Mientras tanto, nos dedicamos a la tarea más profunda de sintonizar con la sensación sentida de la energía que representa la imagen.
Es más fácil sentirse conectado a la imagen de una deidad que a una idea abstracta. La imagen de una deidad representa un sabor o una frecuencia particular de la energía universal a la que nos abrimos mediante esta herramienta. Es fácil sentirse inspirado al ver a un alegre y juguetón Dios con cabeza de elefante o a una hermosa mujer de piel verde sentada sobre flores de loto.
Cada una de estas manifestaciones de la conciencia representa una visión de esta realidad. Por ejemplo, desde la perspectiva de Tara, la compasión es la esencia de la realidad y todo es una manifestación de esa compasión. Desde la perspectiva de Tripura Sundari, la belleza y la perfección son la esencia de la realidad. Cada percepción es una modulación de esa belleza pura y trascendente.
Por tanto, la imagen por sí misma significa muy poco sin una práctica espiritual, como la puja o la meditación. Necesitamos sintonizar con la cualidad específica de la deidad, con el significado que esa imagen tiene para nosotros, a fin de transformar nuestra conciencia.
La forma más fácil de relacionarse con los aspectos abstractos o trascendentes de la realidad es a través de una imagen, porque a la mente le resultan más fáciles las imágenes que las ideas abstractas de las que no tiene experiencia. Junto a esto, cada deidad tiene un mantra asociado a ella.
Utilizar un mantra es como intentar sintonizar la radio de nuestra mente, en una emisora de radio muy concreta. El mantra en sí es una representación sonora de la energía de la deidad. Al recitarlo, empezamos lentamente a sintonizar la mente con esa frecuencia.
Nota: no basta con pronunciar las sílabas. Sin duda, ayuda tener una mente bien entrenada, tranquila y receptiva. También es importante tener una mente abierta y libre de dudas, e incluso un sentimiento de amor genuino, o al menos de profunda curiosidad por el proceso en el que te estás involucrando.
La realidad expresada en la forma y el mantra de la deidad son extremadamente sutiles.
Normalmente, la mente de la mayoría de las personas está llena de preocupaciones, inquietudes, planes y pensamientos relativamente egocéntricos. En otras palabras, nuestras mentes tienden a ser bastante burdas.
Percibir la realidad sutil de las energías universales requiere práctica para la mayoría de las personas. Es un poco como intentar coger una aguja de coser fina llevando guantes de boxeo de 16 onzas. En teoría, es posible, pero las herramientas que utilizamos suelen ser demasiado torpes para la tarea.
Sin embargo, con la práctica, la mente embotada, burda y ocupada empezará a volverse más tranquila. A medida que la mente se abre, tendemos a tenerla menos llena de pensamientos sobre nosotros mismos. Esta espaciosidad tranquila hace que la mente sea más receptiva y esté más disponible.
Una forma habitual de trabajar con una deidad es mediante la práctica de la puja, sobre la que puedes aprender más en este artículo.
Cuando nos invade la ira, vemos a las personas y al mundo de una forma muy concreta. Tenemos historias enteras que parecen muy reales. 20 minutos o 1 día después, cuando la ira disminuye, podemos sentir alegría, tristeza u otra emoción. ¿Te das cuenta de que las historias y perspectivas del enfado ya no encajan? Han sido sustituidas por otra cosa.
En general, en la meditación, el habitual remolino de pensamientos sobre mí y mi vida empieza a remitir. La mente se aquieta (¡si tenemos paciencia!). En el yoga de la deidad, trabajamos con la visualización y el mantra. Así, la mente se impregna de la energía de la deidad con la que trabajas y, de repente, las percepciones se aclaran. Lo que antes estaba nublado e influido por pesados prejuicios emocionales personales, como la ira, etc., ahora se infunde con el resplandor de la deidad, de la energía universal que representan.
Por ejemplo, normalmente podemos encontrar muchas razones para sentirnos víctimas de una situación. Podemos estar acostumbrados a ver limitaciones y luchas y ni siquiera considerar otra posibilidad. Un periodo de trabajo con Ganesha puede infundir gradualmente a la mente entusiasmo, optimismo y confianza. Con el tiempo, verás oportunidades donde antes sólo veías limitaciones e incluso sentirás gratitud por esta situación y por la vida en general.
Sí y no. De nuevo es una cuestión de responsabilidad personal. A veces buscamos ayuda fuera de nosotros mismos. Esperamos o deseamos que alguna fuerza externa nos cambie y nuestros problemas se disuelvan, sin embargo, éste no es un camino hacia el éxito.
Idealmente, la práctica de la deidad es una puerta de entrada a la rendición de nuestras limitaciones personales. Esto, unido a aprender a reconocer la presencia de este aspecto de lo divino dentro de nuestro propio ser, puede provocar enormes cambios en nuestra forma de relacionarnos con nosotros mismos y con el mundo.
Esto no es un remedio mágico. No hará que la vida sea “fácil”, sobre todo si para ti “fácil” significa no enfrentarte nunca a un reto. Potencialmente, el nivel de desafío al que nos enfrentamos puede aumentar a medida que creamos espacio en nuestro interior para que nuestro inconsciente se haga consciente.
La práctica de la deidad, las pujas, los mantras, las ofrendas y los actos de adoración, así como los cambios internos que provocan, facilitan la navegación por las olas. Cuando enseño, me gusta decir que el viaje en la montaña rusa no se detiene necesariamente, pero podemos superar el mareo.
Por eso las hojas de palma prescriben remedios. Estos remedios de las hojas de palma no son tareas que “debas” hacer. Son oportunidades para crear aperturas en la burbuja del “yo”, para que las fuerzas benévolas del universo puedan trabajar a través de ti.
Se produce un cambio importante cuando dejamos de ver la vida como un “otro” amenazador, y a nosotros mismos como pequeños en relación con ese otro, y empezamos a ver la vida como un maestro, un amante, un guía benévolo. Éste es el don del yoga de la deidad y es la magia y la gracia de las hojas de palmera. Puede revelarse si estamos dispuestos a abrirnos a la práctica.
Ábrete y deja que esta gracia encuentre su camino hacia ti.
publicado: 01/08/2022
Las leyendas dicen que hace miles de años, un grupo de sabios indios percibieron la vida de personas de todas las edades y las escribieron en las hojas de palma. Estos manuscritos se almacenan en las bibliotecas de los templos de todo el sur de la India. Más información Te ayudamos a encontrar tu manuscrito, realizar una lectura en línea y recibir la guía de los sabios. . Esta guía puede ayudarle a superar los obstáculos en su vida y comprenderla desde una perspectiva más elevada.
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