-Sahajananda
Existen muchas leyendas que rodean el sagrado reino de Shambhala. Algunos lo ven como un lugar físico: un paraíso o utopía oculta en lo alto del Himalaya. Para otros, es una tierra misteriosa dentro de la (aparente) tierra hueca, accesible a través de los (aparentes) agujeros en los polos norte y sur del planeta.
Para otros aún, la Tierra de Shambhala es un sutil reino astral, habitado por seres que, en algunos casos, vivieron como humanos en la Tierra y que ahora existen como emanaciones de amor hacia la humanidad. Se dice que estos seres guían el desarrollo espiritual de la humanidad y lo han hecho desde que existen los seres humanos.
Los escritos más extensos sobre Shambhala se encuentran en las enseñanzas tántricas budistas tibetanas del Kalachakra, aunque las leyendas sobre Shambhala aparecen mucho antes que la tradición budista del Tíbet.
En las enseñanzas del Kalachakra se menciona que solo aquellos que son “dignos kármicamente” pueden entrar en este reino puro. El propio 14º Dalai Lama, al ofrecer la iniciación en el Tantra Kalachakra en 1985, dijo: “Solo podemos decir que es una tierra pura, una tierra pura en el reino humano, y a menos que uno tenga el mérito y la conexión kármica real, no se puede llegar allí.”
El sagrado reino de Shambhala está en gran medida envuelto en misterio. El conocimiento de Shambhala está oscurecido por leyendas difíciles de creer y por historias alegóricas y mitológicas. Y, sin embargo, tal reino sí existe.
Una reciente serie de Satsang del maestro espiritual y fundador de Hridaya Yoga, Sahajananda, revela una vasta comprensión experiencial y teórica sobre este reino, su papel en la evolución de la humanidad y la posibilidad real que tenemos de establecer una conexión directa y experiencial con Shambhala.
Este artículo es una combinación de resúmenes de las ideas expresadas por Sahajananda en la serie, junto con fragmentos de investigación adicional.
¿Qué es Shambhala?
Comencemos explorando los diversos nombres y culturas en los que ha aparecido el sagrado reino de Shambhala.
Etimología:
En sánscrito:
Sham = felicidad, tranquilidad
Bhala (bhal) = dar
En tibetano:
Bde’byung = la fuente de la felicidad
La fuente de la felicidad es un nombre dado al Señor Shiva. K’am-trul Rinpoche, un lama tibetano que desempeñó un papel importante en la propagación de las enseñanzas de Shambhala, se refiere a Shambhala como la tierra custodiada por Shiva.
La mitología colectiva de la humanidad contiene muchos otros nombres para este reino, como Agartha, Shangri-la, la Tierra de los Vivientes, la Tierra Prohibida, la Tierra de las Aguas Blancas, la Tierra de los Espíritus Radiantes, la Tierra del Fuego Viviente y la Tierra de los Dioses Vivientes.
Muchas culturas han escrito sobre un reino místico y sutil que apoya espiritualmente a la humanidad. Los hindúes hablan de Paradesha, Aryavarsha, la tierra de donde surgieron los Vedas. Los chinos reconocen una tierra conocida como Hsi Tien. Estos escritos preceden al budismo tibetano. En Europa, los celtas hablaban de Avalon. Cristianos y judíos se refieren al Jardín del Edén. Las leyendas hebreas mencionan Luz, una ciudad subterránea cerca de una montaña sagrada, el hogar de la inmortalidad.
Podemos ver claramente diferentes nombres y ocurrencias históricas. Está claro que la idea de un reino especial y oculto no es extraña a la humanidad. Un reino de tal significancia espiritual aparece en muchas culturas antiguas.
Los nombres evocan la divinidad
Los propios nombres nos pintan una imagen de lo que este reino significa y ha significado históricamente. Sahajananda señala que los nombres no son solo detalles históricos de interés académico. Contemplar el nombre por el que se conoce al reino es una forma de evocar la conexión con Shambhala.
Por ejemplo, ¿quién no se sentiría inspirado por una tierra mítica llamada la Tierra del Fuego Viviente? Al menos, pinta una imagen vívida en la mente. Y cualquier practicante de yoga seguramente se sentirá intrigado por una “tierra custodiada por Shiva”.
Incluso la frase “el sagrado reino de Shambhala” puede inspirarnos profundamente.
Shambhala es la expresión misma de la perfección, una manifestación suprema de paz y armonía, el hogar de aquellos con mente y alma puras. Aquellos que irradian compasión y anhelan el despertar espiritual para el beneficio de todos los seres.
– Sahajananda
Como posibilidad de una nueva Tierra
Sahajananda considera que, en su sentido más refinado, Shambhala es más íntimo que un reino astral. Dice que es la esperanza de libertad que existe en la conciencia humana. Es la luz guía que vive en cada ser, como el conocimiento de que la verdad y la libertad son posibilidades, y como la disposición de los seres humanos para dedicar sus vidas a buscar y vivir la verdad y la libertad.
Desde esta perspectiva, las leyendas de Shambhala aumentan la aspiración espiritual. Nos inspiran a elevar nuestras almas por encima de la mediocridad, el egoísmo y la ignorancia, y a dirigir nuestras mentes y almas hacia la eternidad.
Sin embargo, estas leyendas son solo recordatorios. Las historias tocan y resuenan con el conocimiento profundo dentro de nuestro ser. Nos recuerdan que ya conocemos la gracia de este reino sutil.
Sahajananda anima a las personas a no referirse a Shambhala como un reino sutil. Insiste en que debe conocerse como la posibilidad viva de que esta realidad se manifieste en nuestro mundo. Dice que Shambhala es un puente entre la Tierra y el cielo, entre el hombre y Dios. Ese puente debe entenderse como el corazón espiritual. Como el conocimiento interno de esa realidad.
Shambhala es entonces el conocimiento interno y la completa dedicación a la verdad. La fe y la confianza que pueden manifestar esa realidad en este mundo.
Como ubicación física
Muchas veces se ha afirmado que Shambhala es o fue una ubicación real, usualmente ubicada en el Asia oriental, al norte del Tíbet moderno. Según algunos, durante la Segunda Guerra Mundial, se enviaron oficiales nazis a los Himalayas en busca de esta tierra misteriosa y poderosa.
Según Madame Blavatski, de la Sociedad Filosófica, hubo una vez un mar que cubría lo que hoy es el desierto de Gobi. En el centro de ese mar había una isla, equiparada con la Atlántida. Los habitantes de esa isla enseñaron conocimientos y prácticas a los antiguos indios.
Un estudiante hindú de Blavatski afirmó que esta sociedad antigua enseñó el conocimiento que más tarde se convertiría en los Vedas. Las comprensiones esotéricas que dieron lugar a lo que hoy conocemos como Yoga y Tantra también fueron enseñadas por estos atlantes.
También se teoriza que en algún lugar del Himalaya existe una entrada secreta al interior de la tierra física. Desde esta perspectiva, se considera que la tierra es hueca. Se dice que dentro de la tierra existe un reino llamado Agartha, habitado por seres iluminados que guían a la humanidad.
Como reino astral
Según la leyenda, Shambhala existe como un reino astral sutil. Está gobernado por un rey benevolente, que emergerá para inaugurar una era dorada cuando el mundo caiga en la guerra y la codicia, y todo esté perdido. Se dice que estará acompañado por un gran ejército que vencerá a los gobernantes corruptos del mundo.
Se considera que hay verdad en esta comprensión. El acceso a este reino astral sutil se puede hacer a través de la meditación usando el yantra de Shambhala.
Como arquetipo de una Sangha espiritual perfecta
Una forma más práctica de entender la influencia de este reino en la humanidad es expresada por Sahajananda. Él considera que Shambhala es el arquetipo de una comunidad espiritual perfecta. Dice que en cualquier parte del mundo donde los seres humanos se reúnan y comprometan sus vidas a la práctica espiritual, se manifiesta la sabiduría de Shambhala. La influencia de este reino sutil se expresa a través de la intención pura de las comunidades espirituales de elevar y apoyar a la humanidad.
4o
Las Hojas de Palma y el Sagrado Reino de Shambhala
En My Palm Leaf, trabajamos con las profecías de las hojas de palma, las cuales consideramos expresiones de la gracia del reino de Shambhala.
Estas hojas fueron escritas hace siglos por los mismos Saptarishi que escribieron los Vedas. Como hemos visto, los Vedas son manifestaciones de la sabiduría de Shambhala, compuestos para guiar a la humanidad durante el descenso a la era del Kali Yuga.
El propósito principal de las lecturas de hojas de palma no es simplemente transmitir la información que contienen. Las profecías de las hojas de palma actúan como un medio para conectar a las personas con la sabiduría de Shambhala.
Nos recuerdan, en primer lugar, que la gracia está a nuestra disposición. Que siempre contamos con orientación y apoyo. Y nos recuerdan confiar. Confiar en la posibilidad de que el Amor, la Verdad y la Libertad sean realidades vivas en esta tierra.
En concreto, la práctica de las pujas recomendadas en las hojas facilita una conexión especial, que se forma entre el buscador y la deidad.
CONCLUSIÓN
Las enseñanzas y leyendas de Shambhala son muchas cosas: hermosas, inspiradoras, misteriosas. Sin embargo, en muchos aspectos, son algo imprecisas. Reinos astrales sutiles y antiguos, avanzados, escondidos en lo alto de las montañas o enterrados dentro de la Tierra (¿hueca?) pueden parecer un concepto difícil de aceptar para algunos.
Sin embargo, todos sabemos en lo más profundo de nuestro ser que la forma en que vivimos en este mundo no es del todo coherente. Sabemos, en lo más profundo, que existe algo como la libertad lúcida y completa. Sabemos que un mundo y una sociedad basados en la total confianza, el amor y la apertura son posibles.
En su esencia, las leyendas de Shambhala nos recuerdan esto. Más allá de iniciaciones místicas, al menos por ahora, la conexión con ese reino reside esencialmente dentro de nosotros, en ese conocimiento íntimo y profundo.
Existen muchas formas de conectar y amplificar esa fe. De hecho, el camino espiritual es esencialmente un viaje hacia, desde y dentro de esa fe. Y una de esas formas está disponible aquí mismo, a través de la gracia de las profecías de las hojas de palma.